El Paraíso es nuestra condición natural. Éstas son las buenas noticias.
Nuestra condición es innatural. Éstas son las malas noticias.
El Amor no puede soportar que ni a una sola alma le sea denegado su lugar en el paraíso. Éstas son incluso mejores noticias.
Pero, no podemos soportar al Amor. Éstas son noticias terribles.
El Paraíso está siempre disponible. Más noticias buenas.
Pero, nosotros no estamos siempre dispuestos para el paraíso. Más noticias malas.
Primero, estamos en el paraíso.
Segundo, caemos del paraíso.
Tercero, reconocemos que hemos caído del paraíso.
Cuarto, admitimos nuestra caída.
Quinto, nos ocupamos del viaje que es nuestro retorno al paraíso, nuestro llegar a ser más plenamente quién y qué somos, lo que nos permite aguantar el mundo de lo Real.
Hay más noticias buenas: tenemos ayuda esperándonos. De hecho, la ayuda ha estado siempre con nosotros, pero no éramos capaces de aceptar Ayuda. Ésta es una condición de la Caída.
El Paraíso recuperado, para aquellos que están preparados para persistir en reclamar lo que es (en un mundo como es debido) un estado natural, es conocer el Paraíso como si fuese la primera vez.
Y, cuando nos encontramos una vez más en el Paraíso, puede que encontremos al Paraíso mismo tan sólo como un comienzo.
Domingo 30 de abril de 2006
Seattle
