La actuación fue divertida. En realidad, muy divertida. Aún más, un Evento de Diversión continua. La actuación que tuvo lugar fue la de la audiencia, con los del Equipo de Actuación del Nivel Uno como espectadores de su propio show. Pero esta vez, al menos en una actuación en el auditorio de Gándara, no había platos con frutos secos, o cuencos con fruta suave y jugosa cortada en piezas, distribuida entre la audiencia. Las piezas de fruta hacen un ruido de suave guantazo cuando alcanzan a las Ovations, y casi ningún ruido cuando le dan al intérprete. Las buenas noticias son, la fruta es fresca. Las malas, antes de comerla primero debes recogerla del suelo y lavarla.
Un ensayo sobre El Arte Y Ciencia De Incordiar está esperando ser escrito. Cada “mundo” cualitativo tiene su propio grado y calidad de incordio. Incordiar va desde el alboroto y estupidez del sótano, donde es una expresión de descontento y disgusto por expectativa frustrada, hasta la indicación de un Tonto Sagrado que ofrece al ejecutante un recordatorio, ejemplo y coraje para que pueda entrar y abrazar un mundo que es Real, Bueno y Verdadero.
La mayoría de las audiencias pueden sólo aspirar a tener un personaje de estas características entre ellos. Pero en este curso sí que tenemos un Tonto, y además bueno.
La interrupción intencionada, tomada como pieza de trabajo, requiere (como punto importante) buena voluntad y (si es posible) compasión. Sin esto, se conseguirá poco para los mejores intereses del intérprete. Y por lo tanto, de la audiencia.
Los cariñosos chequeos-de-realidad de esta noche se han ofrecido con buen y elevado espíritu. Las pretensiones de cualquier ejecutante son inmediatamente reconocibles. Aquí, cada miembro de la audiencia ha estado él mismo en la misma posición, varias veces. Hacerse el listo, alardear con hot licks para deslumbrar, citas y temas de proveniencia cuestionable, simplemente no funcionan aquí. Y, mientras caen, también se retira la alfombra de debajo de la arrogancia del ejecutante, para ayudar a su rápido derrumbamiento.
La audiencia ofrece su apoyo cuando su recordatorio se reconoce y acepta sin excesivas quejas. Pero cualquier irritación mostrada por un ejecutante es el final de su actuación. Ten cuidado, amigo. Uno no se irrita con una audiencia de Latinoamérica, particularmente con una que está mejor educada de lo que uno está, más diestra y experimentada, y con un sentido del humor suficiente para aguantar la vida durante los años duros. Un intérprete, que usaba un pequeño amplificador, descubrió que el suministro de electricidad de Gándara no era del todo fiable; especialmente cuando un oyente tiró del enchufe para estimular el pensamiento rápido en nombre de dicho intérprete. Después de todo, es la recuperación lo que importa.
Fue difícil oír el primer show con el ruido de la audiencia, desde justo delante del escenario. Se recomendó hacer un segundo show inmediatamente, partiendo de que sería una muy mala idea contrariar a una audiencia argentina que quería más. Entonces, inmediatamente después del final del segundo show y como si se hubiese girado una moneda, el rugido desapareció y el Silencio entró en segundos. Diez minutos más tarde un reloj hablador anunció: son las diez en punto y cero segundos (en español con acento madrileño).
Esto despertó grandes carcajadas y un grito de ¡es una señal! seguido de más risas. Entonces una vez más, en segundos, vuelta al Silencio.
Después de treinta minutos este intenso abrazo del Silencio se dejó ir gentilmente, y unas pequeñas y sabrosas galletas (dadas al curso por Charlina, madre de Christian, que nos visitaba) se repartieron en la puerta.
¡Es una señal! es una exclamación en uso esta semana. Cada vez que las luces se atenuaban, e, incluso sin asistencia, el suministro de Gándara no es del todo fiable, la exclamación salía. Esto era, por supuesto, una broma. Pero de alguna manera en la broma hay el reconocimiento de que de hecho algo está en marcha aquí. El escéptico puede bien preguntar: ¿Cómo lo sabemos? La respuesta es experiencial. Aquí está. Si quieres probar esto, saca tu lengua, Baby Blue. De lo contrario, no te preocupes y ten una vida más fácil.
Algunas cosas se protegen a sí mismas siendo lo que son.
Miércoles 5 de abril de 2000
Seminario San José, Gándara, Provincia de Buenos Aires
Argentina