Mahwah, New Jersey, USA
Sábado 21 - jueves 26 de enero de 2006
Es fácil olvidar que el trabajo en la cocina es sagrado: la vida muere para que la vida continúe. La elevada presión de tener que servir comida a tiempo a comensales hambrientos, fetichistas de las dietas y amantes de la gastronomía, es similar a las presiones ejercidas sobre los músicos profesionales: la música no es una mercancía y la actuación no es un evento comercial, a pesar de toda evidencia de lo contrario.
¿Cómo mantener un espacio tranquilo y abierto entre las dos exigencias incompatibles de la entrega material y la acción cualitativa?
Parte de la respuesta es ésta: la reconciliación de la incompatibilidad tiene lugar en un espacio tranquilo y abierto. Este espacio es donde la acción tiene lugar, donde todo lo que tiene valor va de lo que es posible a lo que se vuelve real. Un espacio de actuación puede no ser tranquilo y abierto; una cocina puede no ser tranquila y abierta. ¿Puedo yo ser tranquilo y abierto?
Así, tenemos un asunto práctico del que ocuparnos: ¿cómo puedo ser tranquilo y abierto, mientras funciono en un ambiente ajetreado y a menudo presionado? Es éste un asunto común para guitarristas y cocineros, y las respuestas están muy cerca de ser las mismas.
23 de agosto de 2005